El robo de cables de cobre se ha convertido en una verdadera amenaza para las comunas del Biobío. Barrios enteros sin electricidad, servicios de televisión con cortes, entre otras problemáticas son las derivadas por este tipo de crímenes y que impiden vivir con dignidad y seguridad.
Hoy nuestra región es la segunda más afectada del país, después de Santiago, y Talcahuano se ha transformado en el epicentro de este crimen organizado, con un promedio de 5 robos por día.
Se requiere una estrategia nacional, con presupuesto, con inteligencia criminal y con voluntad política.
“Es un paso importante el que hoy se pueda legislar, pero se debe avanzar en lo concreto, es decir: en la coordinación para poder perseguir y sancionar este tipo de delitos (…) Este tipo de crimen organizado está en desarrollo”, precisó el presidente de la AMRBB y alcalde de Hualqui, Ricardo Fuentes.

